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8.27.2014


Se realiza en 1974 la primera convocatoria global de Huelga de Arte entre
los años 1977-80. Esta convocatoria se inscribe dentro de un proceso continental de
descomposición de las luchas, de difusión de las clases y de aparición de movimientos
diferenciales, centrados en cuestiones concretas, pero conserva aún la estructura de los
viejos modelos de movilización. Se trata de una huelga de perfil netamente moderno,
donde el artista proletarizado reacciona a la degradación de sus condiciones de vida, muy
cercanas ya a la del obrero asalariado y en la mayoría de los casos mucho más precarias,
toma conciencia de su condición de trabajador de la cultura y reproduce los modelos
históricos de movilización llevados a cabo por los trabajadores. La convocatoria se definía como maniobra revolucionaria que apuntaba en último término a
destruir el Arte como institución (museo y/o galería) en aras de la liberación del productor,
en este caso el artista, de la cadena artística de producción.